Lo más curioso de la situación, es que nos esperanzamos tanto en el Aguinaldo que la mayoría de las veces, se nos va de las manos como agua. Esto porque ya lo tenemos súper comprometido, antes de recibirlo. En muchas ocasiones nos vamos de compras navideñas, o nos dedicamos a hacer cosas que en otras épocas, no podemos realizar.
El AGUINALDO: Costa Rica es uno de esos países donde los trabajadores podemos contar con un dinerito extra a fin de año que a todos nos caé muy bien. El famoso ¨Aguinaldo¨, el que esperamos ansiosamente, para poder ayudarnos con todos esos gastos extraordinarios.
Bueno, esto es mayormente por un efecto que llamamos “empoderamiento de diciembre” donde existe la sensación de que tenemos mucho dinero, una de las cosas que nos aumenta esa sensación es que en la mayoría de los casos recibimos éste depósito cerca del pago de la quincena o en muchas ocasiones ambos a la vez.
Estos montos inflan nuestra cuenta bancaria, observando así una cantidad que normalmente no tenemos, y sentimos posiblemente, que nos va a llegar ¨más dinero¨, porque aún hace falta el pago de la última quincena.
Bajo esta percepción aunada a la realidad económica de muchas familias, hacemos planes para pagar deudas, visitar un especialista médico, comprar artículos para el hogar, ropa, hacer fiestas, cenas, darnos regalos, etc.
Podemos decir que hay un bombardeo mental tan fuerte en esta época que al final, el aguinaldo se va en gastos de consumo, es decir; en cosas que no nos van a devolver ningún ingreso, ni tampoco podemos destinar como ahorro. No es que esté mal comprarnos algo que hemos deseado, lo que sí está mal, es que ni siquiera nos damos cuenta en qué se nos fue el dinero y de un momento a otro, ya no tenemos nada …
¿Cómo podríamos sacarle mejor provecho a nuestro aguinaldo?
Consideramos que uno de las primeros factores, es ver el aguinaldo con otros ojos. Por ejemplo; podría ser el capital semilla para iniciar algún emprendimiento, también lo podríamos invertir para generar mayores rendimientos. Incluso pensar en proponernos el pago de esas deudas que nos producen ansiedad e inestabilidad económica. Podemos recuperar ese equilibrio perdido, que tanta paz nos traería. Si se cuenta con un vehículo, podría efectuar un fondo para el pago del marchamo o mantenimiento preventivo. A su vez contemplar posibles emergencias que puedan surgir en nuestro hogar.
El 2020 no ha sido un año fácil. Si hubiéramos sabido que vendría la pandemia quizás nos hubiésemos preparado mejor económicamente. Sin embargo, nunca es tarde para empezar.
Con solo una porción del aguinaldo que se destine para realizar alguna de las recomendaciones que mencionamos, es posible obtener una marcada diferencia en nuestra economía.
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